Regreso cultural

Un regreso a los "Domingos Culturales" poco concurrido y alegre. Con un grupo local, llamado "Sexto Sentido", el parque se llenó de música después de algunos meses de silencio. Lo que pensaba estaría protagonizado por la juventud de Tlaxco, se ocupó por personas de todas las edades, a las que nunca llegó el mensaje de la música, exceptuando sólo a algunos. El único personaje que bailaba y sentía el sonido de las notas musicales con pasión, era un amante del alcohol, quien se desprendía de su bella botella para lucir sus pases de baile y expresar la alegría que le tiene a la vida; la policía no entendió este detalle de emancipación y lo encerró en su soledad. El quiosco se prendía a momentos, la nobleza y simple estructura de este amable edificio, hacía surgir uno que otro suspiro a los enamorados que lo rodeaban. Al fin terminó este nuevo grupo, que trata de hacer cumplir sus sueños de llevar la música al corazón de los denostados y conectar a los nuevos escuchas del sonido de las notas. Después vino la participación de un joven trovador, del que sólo se recuerda el apellido: Sánchez, que tuvo menos concurrencia, pero que sin embargo logro los aplausos de su familia (que vino desde Apizaco) y de algunos de los miembros de esta casa editorial y del público que se quedó para escucharlo. Así fue este momento, que aunque usted no lo crea, le sirve a nuestro presidente como escudo ante tanta piedra que le ha caído encima por no saber construir el edificio que se le encomendó.

Por Carro Gris