A veces no se percatan los fotógrafos que la lente está sucia, es posible que Dios la ensucie al propósito para evitar sacar fotos de calidad, también, a veces, los fotógrafos no están en condiciones de sacarlas. Acá, con el ojo de la cámara empañado, se muestra la rara volcadura de un auto en las calles empedradas del pueblo, en las que a pesar de serlo, se puede correr a altas velocidades y después voltearse. No tenemos la certeza de cómo sucedió, pero podemos usar la imaginación para adivinarlo. La nota importante es que no hubo heridos y el despotismo de la policía no intervino en las labores de rescate; además de que hubo risas y caras de sorpresa y escepticismo al ver este notable accidente. Lo raro es que son dos accidentes en la semana y en esa zona, exactamente éste fue en la calle Hidalgo y el incendio, también no hubo heridos, fue en la calle paralela.
Por Carro Gris
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