¡Otra vez! ¡Otra vez! Se destapa el primero y, como otros muchos, no es su primera vez. El domingo se publicó en la cadena local y oficial de noticias del municipio de Tlaxco: "Infovisión", una diapostitiva con el rostro de Sergio Guarneros anunciándolo como candidato, que si no hay error aritmético, es su segunda o tercera ocasión que quiere ser presidente municipal. Y como todos los candidatos, sale con su sonrisa fingida y el slogan de campaña.
Reflexionemos. Silvestre que supuestamente conoce de política --tiene experiencia--, no ha podido hacer absolutamente nada bueno para el pueblo, más que ser un político y no un estadista, ni siquiera dialogar ha sabido; Sergio, sin una sola experiencia en el campo de la política, menos en el de la gestión y conducción de un pueblo, ¿qué hará? Mandarnos a la cárcel a todos aquellos que critiquemos a su gobierno, gastarse el dinero en hacer banquetas y adoquinar calles, regalar despensas, cubetas, jarras y cualquier cosa que se le ocurra para tenernos contentos. ¿Qué podemos esperar de él?
No esperemos a un candidato que de promesas, esperemos a uno que de soluciones. El pueblo está estancado, como el país, en la mediocridad. No hay trabajos, no hay buenas escuelas, no hay cultura, ni siquiera hay presidente.
Porque tiene dinero ayudará al pueblo, no robará. Eso no es un buen argumento, para ser presidente por lo menos se tiene que estar respaldado por un buen gabinete, que aconseje y ayude a la buena gestión. Pero si no sabe que es política y que es gestionar, menos sabrá rodearse de buenos funcionarios.
Reflexionemos. Silvestre que supuestamente conoce de política --tiene experiencia--, no ha podido hacer absolutamente nada bueno para el pueblo, más que ser un político y no un estadista, ni siquiera dialogar ha sabido; Sergio, sin una sola experiencia en el campo de la política, menos en el de la gestión y conducción de un pueblo, ¿qué hará? Mandarnos a la cárcel a todos aquellos que critiquemos a su gobierno, gastarse el dinero en hacer banquetas y adoquinar calles, regalar despensas, cubetas, jarras y cualquier cosa que se le ocurra para tenernos contentos. ¿Qué podemos esperar de él?
No esperemos a un candidato que de promesas, esperemos a uno que de soluciones. El pueblo está estancado, como el país, en la mediocridad. No hay trabajos, no hay buenas escuelas, no hay cultura, ni siquiera hay presidente.
Porque tiene dinero ayudará al pueblo, no robará. Eso no es un buen argumento, para ser presidente por lo menos se tiene que estar respaldado por un buen gabinete, que aconseje y ayude a la buena gestión. Pero si no sabe que es política y que es gestionar, menos sabrá rodearse de buenos funcionarios.
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