14 febrero 2007

De Última Hora

Al parecer, en tácticas telúricas de acomodo político, Silvestre tuvo que definir su postura ante un gobierno que lo vigilaba y que en auditorías encontró fallas --tranzas-- que no acomodaban las cuentas. Los números no aclarados estaban en la Dirección de Obras Públicas, en el cual se ha invertido mucho del dinero que este ayuntamiento se gastó (sobre todo en banquetas, adoquinamiento y otras construcciones). Entonces, la noticia que llega de viva voz y se filtra a nuestra agencia, es la de que despidieron a Serafín Balderas, director de obras públicas, porque al parecer él fue el protagonista de esos errores matemáticos de los que sin duda salió beneficiado durante dos años y que de seguro no pagará. Su único castigo es haber sido despedido del trabajo que con tranzas lo hizo aún más rico, ni siquiera una demanda o una disculpa o el ostracismo que se merece una persona que ha hecho daño al pueblo. ¿Cuánto faltará del dinero del pueblo que ha ese grado llegó el presidente --quien también debiera rendir cuentas--?

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