27 marzo 2007

Otro error

Se desconoce qué tanto pueda un presidente, como el caso de Fox, apoyar a un candidato y hacerlo favorito y ayudarlo en todo. Se desconoce hasta qué punto un candidato pueda usar el nombre de las instituciones para impulsarse, aprovechando la necesidad de un pueblo y ofreciéndole paternalismos. Esto demuestra que Silvestre sí tiene una deuda, como el Vox Populi dice.
Según un seguidor de la campaña de Sergio, apasionado ya por éste, el pueblo debe proponer, porque el pueblo es el que gobierna. En tanto sea esto, el candidato sólo escucha para que en su dicurso sea repetido y se tenga la agradable imagen de que al pueblo lo que mande. (Esto mismo debe pensar su Hernández Guarneros.) Esta idea me suena anárquica, sino ¿para qué existen los candidatos y luego los presidentes, para qué existen los líderes y estrategas?
Democráticamente el pueblo propone y opina, pero, en este caso, el candidato realiza una estrategia repleta de propuestas de cómo se va a gobernar. No se trata sólo de recolectar ideas y peticiones, sino también de saberlas analizar y sobre la base de estas proponer una estrategia de gobierno, eso es hacer política.
Entonces ¿qué clase de política hace nuestro amigo Sergio?

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