Cómo se atreven a pedir aumento los maestros si tienen un deficit educativo que supera todas las estadísticas. Programas como Enlace son una insistencia del gobierno en demostrar que la educación es de buena calidad, pero no hay resultados que comprueben tal hecho.
Algunos maestros tendrán razón en solicitar mejora en su salario, pero no son la mayoría. No hay que buscar dentro de las aulas para entender este problema, pues los alumnos al momento de hacer sus tareas ya dependen de la información que hay en la red o enciclopedias virtuales; imprimen la información sin leerla y sin saber lo que llevan.
Se dirá que es problema entre alumnos, maestros e institución, pero si los maestros no se comprometen primero con su labor educativa y siguen faltando a clases, además de eso no dan sus clases como debería ser, afirmaremos que los maestros en gran parte son los responsables.
Otro punto es el de los padres de familia, que ya no fungen como vigías del buen estudio de sus hijos. La televisión y otros medios interfieren en la realización de la educación en el hogar. La falta de programas culturales en los que la niñez y juventud desarrollen su mente es nula, por lo menos en este municipio.
Los sindicatos no se comprometen a realizar una tarea educativa que haga mejorar la relación padres-alumnos-maestros-escuela, todo lo contrario, la perjudican con su grilla sindical y proteccionismo y paternalismo y ausencia de conocimientos.
Así como hay una respuesta grupal de maestros, debería haber una respuesta grupal de padres de familia, en el que los segundos hagan comprometer a los maestros en su tarea educativa, mejorándola cada día y los padres den su parte en el hogar, mejorando el ambiente y condiciones de trabajo escolar.
Las autoridades en este sentido no podtrán hacer nada, ni programas que midan el nivel educativo, ni la construcción de escuelas, ni la entrega de libros gratuitos o modernización de herramientas, logrará que esto se supere. El cambio urge desde el hogar y los maestros.
Algunos maestros tendrán razón en solicitar mejora en su salario, pero no son la mayoría. No hay que buscar dentro de las aulas para entender este problema, pues los alumnos al momento de hacer sus tareas ya dependen de la información que hay en la red o enciclopedias virtuales; imprimen la información sin leerla y sin saber lo que llevan.
Se dirá que es problema entre alumnos, maestros e institución, pero si los maestros no se comprometen primero con su labor educativa y siguen faltando a clases, además de eso no dan sus clases como debería ser, afirmaremos que los maestros en gran parte son los responsables.
Otro punto es el de los padres de familia, que ya no fungen como vigías del buen estudio de sus hijos. La televisión y otros medios interfieren en la realización de la educación en el hogar. La falta de programas culturales en los que la niñez y juventud desarrollen su mente es nula, por lo menos en este municipio.
Los sindicatos no se comprometen a realizar una tarea educativa que haga mejorar la relación padres-alumnos-maestros-escuela, todo lo contrario, la perjudican con su grilla sindical y proteccionismo y paternalismo y ausencia de conocimientos.
Así como hay una respuesta grupal de maestros, debería haber una respuesta grupal de padres de familia, en el que los segundos hagan comprometer a los maestros en su tarea educativa, mejorándola cada día y los padres den su parte en el hogar, mejorando el ambiente y condiciones de trabajo escolar.
Las autoridades en este sentido no podtrán hacer nada, ni programas que midan el nivel educativo, ni la construcción de escuelas, ni la entrega de libros gratuitos o modernización de herramientas, logrará que esto se supere. El cambio urge desde el hogar y los maestros.
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