Me imagino que sólo los que se divirtieron en este baile pueden decir que fue un éxito rotundo, pero más allá de hacer la barba y de tratar de caer bien, la gente se la pasó bien, recorrió de un lado a otro el parque para ver a su grupo favorito y bailar la música que estremeció en algunos la memoria y en otros los nervios. Fue tal porque no llovió y los pies pudieron competir con otros por el mejor paso, las manos no se resbalaron y las ropas solo recibieron el agradable olor de un sudor bañado en perfume.
Abrieron, como se dice en el gremio, Los Socios del Ritmo, con sus clásicos que bien-iniciaron las cumbias y detonaron la explosión de recuerdos esparcidos por todos lados. Por allá y por acá los borrachos ya iniciaban también a bailar, solos o acompañados o en grupo o sin entender de qué se trataba. Luego la Banda Limón, que respondió a la inquietud de los jóvenes y de algunos enamorados de la música sinaloense. Así se comportó un baile que aportó felicidad a la celebración de San Agustín, llenando las calles de Tlaxco como cada año pero aportando más personas y más alegría, haciendo un gran ambiente musical.
Abrieron, como se dice en el gremio, Los Socios del Ritmo, con sus clásicos que bien-iniciaron las cumbias y detonaron la explosión de recuerdos esparcidos por todos lados. Por allá y por acá los borrachos ya iniciaban también a bailar, solos o acompañados o en grupo o sin entender de qué se trataba. Luego la Banda Limón, que respondió a la inquietud de los jóvenes y de algunos enamorados de la música sinaloense. Así se comportó un baile que aportó felicidad a la celebración de San Agustín, llenando las calles de Tlaxco como cada año pero aportando más personas y más alegría, haciendo un gran ambiente musical.
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