No es raro ver esto en tiempos electorales, pero a veces hay demasiado cinismo, demasiada ayuda. Hablamos en el caso específico de Sergio Hernández que se presentaba no hace mucho a los homenajes y eventos oficiales sentándose en el presidium y sin ostentar cargo público pero sí ya como candidato anunciado. O de Martín Gonzáles el domingo pasado, acompañado del presidente municipal y de otros funcionarios públicos. A parte de otros desvíos de recursos que por pequeños que sean, violan la ley y dejan sin atención lo que la necesita.
De acuerdo a esto, la Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 108, considera Servidores Públicos a:
Funcionarios, empleados y en general, toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en la Administración Pública Federal, Estatal, Municipal o en el Distrito Federal.
Para lo cual la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, en su artículo 7 dice:
Será responsabilidad de los sujetos de
En caso de no cumplir con este artículo, el 13 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos señala las sanciones por faltas administrativas a las que los servidores públicos pueden ser acreedores:
I Amonestación privada o pública.
II Suspensión del empleo, cargo o comisión por un período no menor de tres días ni mayor a un año.
III Destitución del puesto.
IV Sanción económica.
V Inhabilitación temporal para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público.
Y el código Penal Federal en su artículo 407 señala:
II Condicione la prestación de un servicio público, el cumplimiento de programas o la realización de obras públicas, en el ámbito de su competencia, a la emisión del sufragio a favor de un partido político o candidato.
III Destine de manera ilegal, fondos bienes o servicios que tengan a su disposición en virtud de su cargo tales como vehículos, inmuebles y equipos, al apoyo de un partido político o candidato.
IV Proporcione apoyo o preste algún servicio a los partidos políticos o a su candidato, a través de sus subordinados, usando del tiempo correspondiente a sus labores, de manera ilegal.
Tlaxco ha sido uno de los protagonistas en este tipo de delitos, también en el resto de los municipios todos los candidatos a presidentes municipales tienen gente dentro de sus filas y hasta son organizadores de sus campañas mismos que según laboran en algún departamento de la estructura que finaliza. En Tlaxco, no hace más de una semana, se dice que las invitaciones para un evento político masivo fueron impresas con material y equipo del ayuntamiento actual y que a menudo mandan a escoltar a un candidato, todo para cuidar sus guarapetas.
Este es el momento de reflexionar cada una de nuestras decisiones electorales, ciudadano de Tlaxco. ¿Que nos pasa? A todo mundo nos atañe esto de las elecciones, pero de verdad, ¿por qué no nos queremos dar cuenta? Será que estamos mezclados en alguna situación que interfiera con cada uno de nosotros o nuestros familiares y amigos. Será que por eso callamos, nos vale, “mejor que lo haga otro”; ¿O por ignorancia? ¿O simplemente dejamos pasar todo tipo de anomalías y abusos y las leyes que sigan estando de adorno para perjudicar únicamente al que no tiene dinero?
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