En el marco de una visita presidencial en donde Calderón vendrá a inaugurar programas de CONAFOR y visitará los bosques de Tlaxco, Silvestre se desviste con una gigante tranquilidad pero con una de problemas y complicaciones en sus últimos días como presidente. Para sus funcionarios de primer nivel no hay problema alguno, pero para los que se dan cuenta de la falta de una administración eficiente sí lo hay. Además de que el miedo los ataca, pues existe la creencia de que entrando el nuevo ayuntamiento se pierda el pago de la última quincena.
El marco pinta para desastroso si suponemos que Calderón pedirá una explicación de la situación de un municipio que anda igual que el país. Será un drama porque la causa de esta crisis no sólo es de Silvestre, también es de Calderón y de cada uno de nosotros. Aún así vendrá este jueves 17 de enero a nuestro municipio y al estado, ruta que como siempre, será callada y en donde nadie le dirá nada de lo doloroso que es ser transado por gobernantes inútiles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario