ERASE UNA VEZ… UN CUENTO HECHO REALIDAD

Por: El melancólico

Érase una vez un pueblito con sus crepúsculos arrebolados, sus calles empedradas y su parque silencioso, en el que sólo se escuchaban los murmullos de las aves que en los árboles habitaban; sí ese pueblito era Tlaxco, mi Tlaxco Tlaxcala que jamás en la vida voy a olvidar. Paseo al laberinto prodigio del cielo y de San Agustín como decía el corrido que escribiera Benjamín Sánchez Mota hace ya varios años y que de ese Tlaxco, sólo quedan los recuerdos.

Con profunda tristeza veo que el tiempo pasa y en Tlaxco, en nuestro Tlaxco querido, van quedando heridas que no se han podido sanar. Autoridades que se van, autoridades que llegan y el pueblo ese pueblo que vio nacer a personajes importantes de la historia de nuestro estado, se ha quedado ahí olvidado por el tiempo, a pesar de que Tlaxco tenga el título de ciudad.

Dónde quedo aquel slogan que utilizara nuestra Gobernadora en aquel tiempo, Beatriz Paredes Rangel, “TLAXCALA ANFITRION POR TRADICIÓN” y que era aplicado a varios de los municipios de la entidad entre ellos Tlaxco, mi Tlaxco querido. ¿Dónde quedaron esos trabajos artesanales, los quesos, las casuelas de barro, los muebles de madera, las servilletas bordadas a mano? Sí, a mano, con esas manos mágicas de nuestras mujeres tlaxquences y algunos otros productos que escapan de mi mente en este momento y que eran presa de muchos turistas que en su transitar por esa carretera que cruza nuestro hermoso parque encontraban y que formaban parte de un pueblo mágico que hasta hace algunos meses nuestras autoridades andaban buscando, porque ya lo habían perdido y las actuales no lo pueden encontrar.

Qué pena… qué pena, que en la actualidad en lo último que pensamos, bueno en lo último que piensan nuestras autoridades es en el turista y por consiguiente se olvidan que es una fuente de empleo y una buena derrama económica para los artesanos, para los obreros, para los comerciantes, para los campesinos, para este mi Tlaxco, que es nuestro Tlaxco.

Qué pena… qué pena, que apenas se estacionan en el primer cuadro de la ciudad y ya están corriendo a nuestros amigos del vecino estado de Puebla y de algunos otros lugares, ni se diga a nuestros propios paisanos; entiendo que las normas, reglamentos y disposiciones que nuestras autoridades señalen deban cumplirse, pero para cumplirse hay que conocerlas y para conocerlas hay que publicarlas en tiempo forma y espacio, sí, sí como en el caso de la manera en la que deben estacionarse los autos enfrente del parque, no hay un rótulo que indique dicha decisión de las autoridades o en su defecto marcados los cajones con líneas amarillas que permita la mejor ubicación de los autos; no, al contrario, hay infracciones, trato déspota y agresivo para los conductores y maltrato a sus vehículos.

En fin, en fin, muchas frases bonitas hemos escuchado durante ya varios años, que si “Progreso para Tlaxco”, que si “Primero Tlaxco Primero su Gente” que si “Honestidad etc. etc., pero creo que el que mejor nos queda es aquella frase que dijera Tulio Gómez Hernández, “CADA PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECE”

Bueno, bueno, que quede como reflexión para nosotros que elegimos, me despido de ustedes, esperando contarles otro cuento hecho realidad.