Falleció Don Fausto, aquél viejo caminante. No lo dijimos antes por respeto, pero creo que es importante la noticia pues su presencia en las calles era la de un fantasma vigilante del todo. Además de que ostentaba objetos valiosos que en últimos años vendía, suponemos, para sobrellevar él resto de su vida con algo de dignidad.
Murió en los Baños Márquez, después de su último baño. Paradójico, siempre se mostraba mugroso, pero se decidió por irse limpio.
Ya se fueron varios fantasmas de la vejez de Tlaxco: Don Beto, Don Chuchito, Doña Consuelito, Doña Nila, Don Fausto y muchos más que ojalá nunca se esfumen en el olvido de un Tlaxco que de repente olvida.
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