Ciudadano Barack Hussein Obama
Llega usted a nuestro país en tiempos aciagos cuando la mayoría de nuestro pueblo vive agobiado por la pobreza, el desempleo y la inseguridad. Estos males, Presidente Obama, han sido causados por un grupo que se apoderó del Estado para imponer una política de pillaje a costa del sufrimiento de muchos y en detrimento del interés público. Usted no debiera ignorar que la oligarquía imperante en México se conformó al amparo de las falacias del modelo neoliberal y a partir de que un Presidente ilegítimo, Carlos Salinas (1988-1994), entregó a sus allegados, –especuladores, traficantes de influencias y políticos corruptos–, empresas públicas, bancos y otros bienes del pueblo y de la nación. Al paso del tiempo, estos personajes no sólo siguieron acumulando riquezas, como no se ha visto en ninguna otra parte del mundo, sino que también fueron adquiriendo poder político hasta convertirse en una élite dominante que está colocada por encima de las instituciones constitucionales. Además, son dueños o controlan los principales medios de comunicación y fueron los que promovieron el fraude electoral de 2006 para impedir un verdadero cambio e imponer a un pelele en la Presidencia de la República. Como es obvio, a esta mafia no le ha importado el destino del país y mucho menos el bienestar de la gente. Durante más de dos décadas, México ha sido uno de los países con menor crecimiento en el mundo; desde 1983 se desmanteló la política de fomento económico y de generación de empleos; se dejó sin apoyo a los productores del campo, y se descuidó de manera deliberada el sector energético para arruinarlo y justificar la privatización de la electricidad y de la industria petrolera. El saldo del vandalismo y de esta absurda política es realmente lamentable: nuestro extraordinario pueblo ha sido condenado a la sobrevivencia o al destierro. A los jóvenes se les ha cancelado el futuro pues no tienen oportunidades de trabajo ni de estudios. Ya no hay movilidad social y ahora para salir adelante sólo han dejado el camino de la migración y el de las conductas antisociales. 2
Atentamente
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