Boicot

Por Jorge Esteban López García

Es una pena que nos sogan viendo la cara. ATAH se da el lujo de bajar sus tarifas para sabotear la entrada de Flecha Azul, éstos bloquean violentamente a la otra empresa para que cobren la cuota "normal", pero al final de cuentas las dos se arreglan perjudicando a los pasajeros y valiéndoles que el gobierno e instancias que regulan la competencia existan.
Esto es señal de que el gobierno no existe más que para sus intereses, que el pueblo no importa, que ATAH tiene mucho dinero y se da el lujo de subir y bajar las tarifas, además de decidir quién entra y quién sale por las carreteras del estado, también, que el pueblo de Tlaxcala no tiene de qué preocuparse.
Además, nuestro flamante ayuntamiento, mientras siga estrenando camionetas, menos le preocupará que suban o bajen las tarifas. Lo que sí les importa es que llegue más dinero para carros, pues según ellos, para otras cosas no hay presupuesto.
Hablando de cosas más importantes, no sé si mi medición del temblor que recientemente se sintió en Tlaxco sea la misma que la del científico. Según yo, conté 6 saltos más un impulso muy breve, lo cual indica 6.1/4 en la escala Salinas. Pero creo que ahora andan en las comunidades del municipio planificando de nuevo su urbanización, pues al parecer están mal planeadas y por eso se inundan.
Por cierto, si necesitan arreglar un problema o gestionar, sobre todo con los presidentes auxiliares de La Unión y Atotonilco, pueden acercarse a las bancas del parque, donde todo el día se sientan a esperar ciudadanos. Al parecer, Tlaxco no tiene problemas, pues nadie se les acerca. Al resto de los presidentes auxiliares, se les puede localizar en la Casa de Atención que tiene Oralia López cerca de la casa de Roberto Zamora, allí atienden. También podemos localizarlos en las oficinas móviles (estrenadas recientemente), disponibles las 24 horas en caminos rurales y federales, donde atenderán familiares, amigos y amigas.
Disculpen la ironía, los ganchos al hígado, pero es que no podemos decir otra cosa. Todo lo que se puede decir de esta administración, por más que se quiera hablar bonito, es que es la peor de todos los tiempos. Con la famosa amistad del gobernador, con la ayuda de Tapia y Zamora, con la inteligencia del cabildo, con la presencia del edil, con todo eso no se ha hecho nada, lo demás, son informes que se gritan para que digamos que están trabajando.
Al parecer, no sólo a los de la comisión y a mi nos han pagado para callarnos la boca, sino que a todo el pueblo le pagaron, antes y después de las elecciones, para que callara y siguiera siendo lo que es: sumiso.