POR: IVAN D` NUEVO.
El reloj político en nuestro Municipio de Tlaxco, Tlaxcala. Desde el mismo momento en que se dio la “elección” de MANUEL SOSAS SALINAS, comenzó a marcar el rumbo por el cual los conocidos y los no tanto, han estado tendiendo los invisibles hilos que según ellos los posicionaran mejor ante los cada vez mas desconfiados electores potenciales.
A estas alturas y habida cuenta de la forma de ser de nuestra gente y la de hacer política de los futuros participantes, desde mi punto de vista, no hay mejores ni mejor posicionados. Lo que existe por el momento, es cierta confianza en unos y preocupación en otros por sus propias condiciones, en unos, la amarga experiencia de su fracaso, la impopularidad y hasta malquerencia de sus ex colaboradores, amigos y vecinos. Algunos, ajenos al Municipio por no haber nacido en esta tierra Tlaxcalteca. Los mas, improvisados y sin proyecto propio.
La experiencia, amarga y detestable que tiene la población, obligara a los aspirantes a dirigir sus esfuerzos principalmente a convencer al electorado de sus buenas intenciones, de su capacidad para enfrentar los retos en las próximas condicione que hoy por hoy son las peores que se vislumbran, ya que en lo económico y a corto plazo, no se tendrán excedentes petroleros y eso si un futuro totalmente incierto y con pocos recursos económicos. Como ciudadanos, debemos aprender a valorar, a escuchar con atención las propuestas y proyectos de las y los candidatos que se postulen para ocupar la silla presidencial de nuestro Municipio, no importa si tal o cual, son o no oriundos de esta localidad, tampoco si nacieron en Graciano Sánchez, la Palma o el primer cuadro de la cabecera Municipal y mucho menos si son o no bien parecidos, gordos o chaparos, eso no debe tener ninguna significación y sin querer apostar a los bajitos, solo
como ejemplo se me ocurre referirme a Napoleón por lo que corresponde a la estatura.
Tlaxco debe exigir a los suspirantes, que hagan de la política un verdadero arte y pasarela que sirva para permear en la conciencia de la ciudadanía electora con sus debates y propuestas que permitan conocer y valorar su capacidad, liderazgo y cualidades. Un debate de altura, no o de siempre que solo tiende a confundir y enlodar la imagen de los participantes.
Para ello, seria conveniente que sin violentar el marco jurídico electoral, se firmara un pacto de civilidad entre los participantes mediante el cual se comprometan públicamente y ante un fedatario Público a transparentar los recursos económicos de su campaña, y que el ganador, se comprometa de la misma forma a garantizar un gobierno TRANSPARENTE, en el que no se de lugar a la componenda y simulación. Un gobierno que transparente el manejo de los recursos económicos del Municipio, garantice el derecho a la información que la ciudadanía requiera, que se comprometa a elaborar un plan Municipal de Desarrollo en el que participe la ciudadanía, que este proyecto responda a las mas apremiantes necesidades de la población, que en la ejecución de las obras y servicios, se prefiera a las personas físicas y morales del Municipio. Se de la participación ciudadana con la creación de un auditor social
Tomando como referencia obligada la gris administración SOSA SALINISTA, se propongan innovaciones en materia de Seguridad Publica, adquisiciones, ejecución de obras publicas y particularmente que la nomina la conformen personas oriundas del Municipio con la capacidad profesional apropiado. Nunca más NEPOTISMO, nunca mas gente aviadora.
Las y los ciudadanos, debemos hacer conciencia del verdadero valor que tiene nuestra participación en la vida política de nuestro Municipio, si es que queremos un verdadero cambio, debemos empezar por cambiar nosotros mismos. “EL PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE MERECE.”
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