Insurgente de intachable trayectoria, se convirtió en el hombre de confianza de José María Morelos. Militar valeroso y magnánimo con el enemigo, en una ocasión perdonó la vida a 200 realistas. Cayó preso en 1817; al salir en libertad, apoyó el Plan de Iguala. Fue el primer vicepresidente de México (1824-1829), jefe de operaciones contra Vicente Guerrero (1829-1831), presidente del Congreso y jefe del Ejército del Norte (1837). Su notorio historial militar no tuvo equivalente en su actividad política. En las tres ocasiones que ocupó la Presidencia fungió como protector de los intereses de Antonio López de Santa Anna. Como gobernante, fue medroso y tibio. En 1842 disolvió el Congreso, que pretendía discutir una nueva Constitución contraria al caudillo veracruzano. Más tarde, en 1847, fue comandante en jefe de la capital del país, posición desde la que organizó la defensa del Castillo de Chapultepec frente a la invasión estadunidense.
Firma de Nicolás Bravo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario