26 marzo 2010

Un trabuco político llamado Tlaxcala

José Contreras, La Crónica | Opinión
Jueves 25 de Marzo, 2010

El estado de Tlaxcala está convertido en un verdadero trabuco político por los intereses que están en juego en el proceso electoral para renovar a los poderes locales.

En el PRI es casi un hecho que el candidato a gobierno del estado será Mariano Gozález Zarur, quien en la elección de los delegados a la convención estatal arrasó a la ex presidenta municipal de la capital, Lorena Cuéllar Cisneros.

En Tlaxcala es del dominio público que la presidenta del CEN del PRI, Beatriz Paredes Rangel, respalda a Lorena Cuéllar, quien tiene pocas posibilidades de ser elegida candidata durante la convención que tendrá lugar el próximo martes.

Mariano González Zarur es un personaje muy cercano al ex presidente del Senado, Enrique Jackson Ramírez, quien intenta resucitar políticamente a través de las elecciones de Tlaxcala y Sinaloa.

Jackson fue contrincante de Beatriz Paredes durante la elección de la dirigencia nacional del PRI en el 2007 y ahora intenta impulsar a un cercano suyo, Emilio Gamboa Patrón, para suceder a Beatriz en el 2011.

Por eso es clave para este grupo político que Mariano González Zarur gane la candidatura y, desde luego, el gobierno de Tlaxcala.

Sin embargo, el resultado de la elección del 4 de julio es incierto y nadie en estos momentos se atrevería a predecirlo.

El PAN, que gobierna el estado desde el 2004 a través del ex priista Héctor Ortiz Ortiz, se encuentra dividido entre un grupo cercano al gobernador, que impulsa la candidatura de Perla López Loyo, y otro, más ligado al panismo tradicional y a la iniciativa privada local, que intenta empujar a Adriana Dávila Fernández.

También se inscribió en el proceso interno Oralia López, aunque no cuenta con ningún respaldo importante de los grupos de influencia dentro del panismo tlaxcalteca.

El PRD, que al igual que el PAN ejerció el poder en forma un tanto ficticia a través del ex priista Alfonso Sánchez Anaya, también se encuentra fracturado y no ofrece las mejores condiciones para llevar al triunfo a su candidata, Minerva Hernández Ramos.

Tan confrontados están los perredistas en el estado que algunos de ellos han operado de manera soterrada a favor del precandidato del PRI, Mariano González Zarur.

De acuerdo con una encuesta realizada el mes de febrero por Parametría, la perredista Minerva Hernández encabeza ligeramente las preferencias electorales, seguida por Mariano González Zarur.

Sin embargo, los datos de la encuesta son engañosos, pues los votantes tlaxcaltecas tienen un comportamiento impredecible, como lo han demostrado en los últimos dos procesos electorales.

El trabuco político en Tlaxcala es tal que la senadora Rosalía Peredo, quien había llegado a la Cámara alta por el PAN, se deslindó de este partido y ahora le disputará al priista Mariano González Zarur la candidatura de una alianza PRI-Partido Socialista.

El PVEM, que compite aliado con el PRI en la mayoría de los estados e incluso en los procesos federales, coqueteó mucho tiempo con el PAN de Tlaxcala hasta que finalmente se decidió por el primero.

La gubernatura será disputada por tres alianzas: “Transparencia y Honestidad por Tlaxcala” (PRD, PT y Convergencia), “Alianza por el Progreso de Tlaxcala” (PAN, Panal y el Partido Alianza Ciudadana local) y “Unidos por Tlaxcala” (PRI, PVEM y Partido Socialista local).

El estado de Tlaxcala es todo un trabuco, pero cuando se desenrede podría modificar la geografía política del país.

No hay comentarios.:

Entradas populares

Directorio