Algo que hizo bien nuestro gobernador, fue homenajear a uno de los más importantes personajes de ciencia en Tlaxco. Lo hizo casi recién que entró, por medio de la UAT y por medio de un congreso sobre Medio Ambiente, en donde participaron cientos de estudiosos y alumnos.
Este homenaje fue para reconocer a uno de los científicos e investigadores más románticos del Medio Ambiente, uno que recibió el Premio Nacional de Ecología por su labor en la reforestación.
Ortiz Ortiz reconoció a Don Carlos Caballero en el recién inaugurado Centro de Convenciones, lo hizo en un evento público, en donde pudiera lucirse.
Carlos Caballero, hombre inteligente, preocupado por el suelo que le da de comer y de vivir, no sólo fue víctima de esa demostración de agradecimiento y orgullo, también fue víctima de la ambición y mañas de un oaxaqueño indigno de su raza.
Al comprar de manera inexplicable la propiedad denominada Tetipac, Ortiz Ortiz traza los límites de este predio, mordiendo unos cuantos metros a su vecino. Su vecino, aquél ilustre homenajeado, se da cuenta de tal atropello, sin poder hacer nada por recuperar 18 hectáreas.
Así es como se hacen las cosas, con políticos corruptos, rateros, mentirosos, abusivos. Políticos que nos castigan, nos señalan como un pueblo ignorante y conformista, como una bola de mexicanos huevones.
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