Comentarios de un Comerciante de la Fco. I. Madero

La administración anterior dejó un desagradable sabor de boca, por su forma de “gobernar” y por despilfarrar los recursos públicos. Además de su voluntariosa forma de conducir la utilización de los bienes del Municipio y muchas otras ocurrencias que le valieron calificativos despectivos.

Lo mismo se veía a los policías de niñeros y guaruras de la familia real, que como centinelas cuidando la mansión del monarca de referencia, o acompañando a la primera dama a los supermercados o llevando a los hijos a los colegios de Tlaxco y  Puebla.

Hoy las cosas son “diferentes” porque, por lo menos el chofer de la primera autoridad, sólo saca al perro  (la mascota de la ciudadana) para pasearla por el primer cuadro de la ciudad. Eso sí, a bordo de un vehículo oficial.

Todo esto, aunque reprobable, puede que sea pasadero, pero lo que no podemos aceptar, es que al traernos gente de fuera, nos expone a que estas personas, nos tomen como conejillos de indias y quieran probar suerte improvisando cualquier tipo de medidas, planes o estrategias que sólo provocan pérdidas para nuestros comercios y familias. 

Un claro ejemplo de esto lo tenemos con los encargados de la Policía  Municipal. En primer lugar, por qué de los altos mandos, no se hace uno solo. Simplemente porque sus titulares raramente se les encuentra en sus respectivas oficinas. No han hecho ninguna aportación. Solo cobrar y cobrar bien.

Tlaxco, desgraciadamente, no fue dotado desde su creación de calles que permitan el libre y fluido tránsito de los vehículos, por lo que si a esta condición, le agregamos la falta de capacidad de los directivos de la policía Municipal, entonces la problemática se agrava, ya que si por angas o mangas, a la brillante autoridad civil o espiritual de esta población, les da por cerrar las calles que conducen al zócalo de esta población de San Agustín. Entonces usted respetable conductor, tendrá que recurrir a las más sofisticadas tecnologías de localización para poder entrar o salir de la población. Y eso si corre con suerte de que no encuentre a su paso un clavo o vidrio que le inutilice las llantas de su vehículo.

Este fin de semana, con lo de la celebración del día de la madre y el Santo Jubileo, Tlaxco registro el peor caos vial del año. Además del descalabro de quienes nos ganamos la vida como comerciantes, ya que sufrimos perdidas importantes en razón de que la Autoridad  no se tomó la molestia de avisar de sus torpes medidas.

Como ciudadanos, estamos claros que a la autoridad de este lugar lo que menos le importa son los ciudadanos, ya que jamás se toman la molestia de notificar sus decisiones, si se tomaran esa molestia, seguramente nos darían la oportunidad de establecer nuestras propias medidas y de esa forma, evitar las pérdidas que registramos por la torpe  actuación de  quienes cobran por servirnos.

Lo mismo viene sucediendo con lo que corresponde a los avisos que deben hacer los responsables de las obras (digo, cuando las hay), que de los responsables de  los servicios públicos.