Hasta hace no mucho tiempo, había una regla no escrita entre los políticos, que otorgaba a las nuevas administraciones Municipales o Estatales, un plazo que desde mi personal punto de vista, resultaba insultante: 100 días para que los políticos llegados al cargo, pudieran dar resultados favorables y de esa forma, respondieran a los diversos compromisos adquiridos en campaña. En esta regla política se podían ver a Presidentes Municipales, Diputados Locales, Diputados Federales, Senadores, Gobernadores y al Presidente de la República, además de otras figuras que viven de la ignorancia y buena fe de los mexicanos. Hoy en muchos casos todavía se encuentra vigente esta práctica.
Hubo de todo y en todas partes, quienes hicieron honor a la palabra empeñada, reconocieron errores y exageraciones, pero en gran medida cumplieron. Aunque fuera a destiempo y en una proporción menor a lo proyectado.
En Tlaxco, las cosas van de mal en peor, no existe ninguna justificación para los resultados, que a prácticamente 6 meses de haber llegado al poder por el poder, esta Administración encabezada por la primer Mujer, como Presidenta del Municipio mas grande del Estado, nos está dando.
Creímos que MANUEL SOSA SALINAS había dejado en los anales de la Historia la peor de las experiencias, producto del exceso y la burla a la población. Nos equivocamos y por mucho, en razón de los resultados de esta administración “diferente”.
No cabe la menor duda que hay quienes juran que esta administración ha mejorado y, desde luego, que comparto esta impresión, solo que dicha mejora, sólo favorece a la edil, a su familia y a un reducido grupo de incondicionales.
Es completamente que hoy en día se este haciendo lo correcto, no hay Plan Municipal de Desarrollo y con esto difícilmente la autoridad podrá demostrar que vamos en el sentido correcto. No ha cambiado nada para Tlaxco, excepto el nombre del titular del ejecutivo Municipal. Los graves problemas heredados de la anterior administración siguen sin resolverse, como el relativo a las comunidades de El Rosario y Matamoros por el agua; las dos Presidencias de Comunidad de Buena Vista; la deuda a constructores que amenazan con levantar las obras ejecutadas en este Municipio, a pesar de que Rosalinda recibió el dinero para el pago de estos adeudos, como lo señalan los documentos que obran en poder de los regidores de la administración anterior.
No hay una sola obra publica en todo el Municipio que haya realizado esta administración Municipal, como tampoco hay ningún cambio sustancial en la política administrativa del Municipio. Si me equivoco, demuéstrenlo y públicamente me retractaré de lo dicho.
En cuanto al pobre desempeño de los REGIDORES, si es que se les puede dar ese nombre, DA VERGÜENZA Y LÁSTIMA ver que el Municipio nada bueno puede esperar de estos aprendices de políticos. No han hecho nada, y estoy seguro que ni siquiera lo intentarán por temor a ser retirados de la nómina. Porque eso es lo único por lo que están pendientes: los días de quincena. HAY NEPOTISMO, HAY NOTAS Y FACTURAS CORRESPONDIENETES A PRESTANOMBRES, COMO LAS QUE SALEN DEL TALLER QUE SE LOCALIZA EN EL ASERRADERO de Ernesto Muñoz, en donde se “reparan” los vehículos del Municipio.
En fin, un largo rosario de abusos que mas adelante daré a conocer. En concreto, estamos peor que cuando nos gobernó la familia SOSA SALINAS o ¿cuál es la diferencia? Que lo certifique el secretario del Ayuntamiento.
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