Cuando tomamos un paquete de tortillas del anaquel en la tienda,
ignoramos que hasta principios del siglo XX, la manufactura de este
alimento era un proceso agotador: cada tortilla se hacía manualmente y
el fuego se prendía con leña o carbón, labor que ocupaba a las mujeres
desde antes del amanecer.
Desde finales del siglo XVIII, inventores buscaron automatizar la elaboración de tortillas como el molido del nixtamal, pero eran mecanismos complejos que requerían en algún modo las manos humanas.
En la década de 1940, Fausto Celorio comenzó a trabajar en un modelo de tortilladora que automáticamente podía hacer todo el proceso, lo que permitió industrializar la producción y asegurar la sobrevivencia del alimento.
Desde finales del siglo XVIII, inventores buscaron automatizar la elaboración de tortillas como el molido del nixtamal, pero eran mecanismos complejos que requerían en algún modo las manos humanas.
En la década de 1940, Fausto Celorio comenzó a trabajar en un modelo de tortilladora que automáticamente podía hacer todo el proceso, lo que permitió industrializar la producción y asegurar la sobrevivencia del alimento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario