Por Jorge Esteban López García
Medios nacionales y estatales confirmaron que los 16 notarios creados por Héctor Ortiz Ortiz se quedan, dando un fuerte revés a la administración priista de Mariano González.
Esto lo confirmaron desde el Tribunal Superior de Justicia, donde se analizó la objeción de la nueva administración gubernamental y la problemática en general, pues ciertamente hay algo incierto en la elección de los candidatos a notarios.
Incluso el nuevo gobernador iba a declarar inexistentes las notarias, faltó poco para que las suspendiera de sus funciones y las desapareciera.
Una vez más se demuestra que hay dos grupos de poder en el estado (tal vez más pero estos son los más fuertes). Uno de ellos está en la silla y el otro, que parecía herido, sigue golpeando desde arriba.
Otro caso legal por el que están como fieras es el de la Plaza Bicentenario, que Ortiz deja en comodato a la Universidad Autónoma de Tlaxcala y Mariano, para no perderla, suspende la construcción alegando fallas en la estructura.
Lo malo de esto es que siguen jugando con la voluntad, la razón, los sentimientos, el dinero, la moral... del pueblo. Porque los dos son tan malos, como buenos son para chingar.
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