Por Ricardo Fernández de Lara
Por la década de los cuarenta existía en esta ciudad un “grupito”, formado por los señores Agustín y Rubén González Lima (hermanos), Raúl González González y Luis Escobar, dicho grupo era conocido como la “Orquesta de los González”.
En ese entonces se habían ido de braceros a los Estados Unidos Constancio Huerta Islas, Rufino y su hermano Maurilio, ambos de apellido Arroyo. Con los dólares que iban ahorrando se compraron sus instrumentos de aliento y en sus ratos libres, como Constancio tocaba por nota les enseñaba y pronto integraron un grupo que ya tenía sus tocadas allá en el norte.
Cuando regresaron a esta ciudad, comenzaron a trabajar y pronto se llenaron de compromisos y con mayor razón si tomamos en cuenta que interpretaban música del país vecino como “El Buggy”, “El Swing”, y otros. A la gente le gustaron esos ritmos y los bautizaron con el nombre de “Los Diablos del Swing” y otros les decían “Los Braceros”.
En una ocasión en que se iba a celebrar una kermés en el parque central, organizada por las señoritas Montiel Sánchez (eventos que nunca volverán), ya estaba contratada “La Orquesta de Los González” para amenizar este momento de alegría. Sin cobrar, Constancio pidió ser parte del evento, aceptando los organizadores.
En el exterior del Templo Parroquial actúo el Grupo de “Los González” y por la tienda del Señor Filemón Hernández tocaron “Los Diablos del Swing”.
Como resultado de esto, Agustín González le propuso a Constancio se fusionaran los grupos, propuesta que fue aceptada de inmediato y así fue como en el año de 1950 comenzó a funcionar la Orquesta “Noche Azul”. Este nombre adquirió la orquesta como resultado de la propuesta que hiciera Cholita González, hermana de Agustín y Rubén, en una fiesta de su escuela particular donde fue interpretada la melodía el Vals Noche Azul.
En ese entonces se habían ido de braceros a los Estados Unidos Constancio Huerta Islas, Rufino y su hermano Maurilio, ambos de apellido Arroyo. Con los dólares que iban ahorrando se compraron sus instrumentos de aliento y en sus ratos libres, como Constancio tocaba por nota les enseñaba y pronto integraron un grupo que ya tenía sus tocadas allá en el norte.
Cuando regresaron a esta ciudad, comenzaron a trabajar y pronto se llenaron de compromisos y con mayor razón si tomamos en cuenta que interpretaban música del país vecino como “El Buggy”, “El Swing”, y otros. A la gente le gustaron esos ritmos y los bautizaron con el nombre de “Los Diablos del Swing” y otros les decían “Los Braceros”.
En una ocasión en que se iba a celebrar una kermés en el parque central, organizada por las señoritas Montiel Sánchez (eventos que nunca volverán), ya estaba contratada “La Orquesta de Los González” para amenizar este momento de alegría. Sin cobrar, Constancio pidió ser parte del evento, aceptando los organizadores.
En el exterior del Templo Parroquial actúo el Grupo de “Los González” y por la tienda del Señor Filemón Hernández tocaron “Los Diablos del Swing”.
Como resultado de esto, Agustín González le propuso a Constancio se fusionaran los grupos, propuesta que fue aceptada de inmediato y así fue como en el año de 1950 comenzó a funcionar la Orquesta “Noche Azul”. Este nombre adquirió la orquesta como resultado de la propuesta que hiciera Cholita González, hermana de Agustín y Rubén, en una fiesta de su escuela particular donde fue interpretada la melodía el Vals Noche Azul.
Los músicos eran los siguientes:
Constancio Huerta Islas, trompeta
Agustín González Lima, Trompeta
Rufino Arroyo Islas, Saxofón
Raúl González González, Saxofón
José Hernández, Acordeón
Luis Escobar, Contrabajo
Rubén González Lima, Batería
Durante casi 10 años esta orquesta llevó alegría a diferentes partes, se hicieron muy famosos en Zacatlán, Tetetla, Chignahuapan, Santa Ana, Xalapa, México D. F., Apan, Puebla, etc.
En Apizaco tuvieron el privilegio de actuar en el segundo día de inauguración del Club de Leones. En ese entonces se cobraba $30.00 por hora.
Y como sucede en muchas cosas, por causas de fuerza mayor, el grupo se fue desmembrando hasta desintegrarse, aunque Constancio y Rufino continuaron trabajando en otros grupos porque su vida siempre ha sido la música. El último grupo donde tocaron fue el conjunto “Polvo de Estrellas”, del que muchos de nosotros recordamos. En algunos ratos libres Constancio se pone a tocar la trompeta en el patio de su casa.
Salvo error u omisión, esta es una breve reseña de la Orquesta “Noche Azul.”
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