Por Jorge Esteban López García
"En sus marcas, listos, ¡fuera..!" Así inician las carreras, con esa firmeza y limpieza por buscar el acontecer del triunfo, por encontrar en cada metro de la pista la gloria del aplauso y el reconocimiento del público que mira a los corredores. En Tlaxco no podemos hablar de limpieza en la carrera, porque la nueva pista de atletismo está sucia por la basura de los corredores que la usan, hay vasos, botellas, envolturas de dulces, etc., lo cual indica que tanto a los que administran la pista como a los que la usan les importa poco el valor del municipio y el valor de las cosas.
Allí reside nuestro nivel moral y criterio ético, los valores que según nos enseñan en casa y escuela; y demostramos en la calle. Con ese criterio tan tlaxquense y mexicano demostramos nuestro valor civil, nuestra "clase social" (en caso de haberla), nuestra inteligencia y nuestra forma de creer en cualquier religión. Demostramos qué tipo de personas somos ante las demás personas.
Es la famosa Guerra Sucia, la que expone nuestra esencia como tlaxquenses y describe qué clase de personas podemos ser con el objetivo de alcanzar una cubeta, una torta, un apoyo, un puesto en el gobierno, una silla presidencial o una curul.
Ningún candidato cuenta con la imagen limpia, Roberto Zamora en algún momento fue cuestionado como director de los Cecyte's en Tlaxcala y hasta fue relegado de ese puesto, Asunción Gutiérrez sí recibió apoyos de gobierno y hay pruebas, Delfino Suárez sirvió mucho tiempo al corrupto Ortiz Ortiz (al igual que los dos anteriores candidatos), Rosalinda Muñoz nunca dio una respuesta clara y precisa de su mandato municipal, además de que están frescas todas sus "obras" mal hechas y planeadas (no me sorprendería que la alberca tenga algún error de construcción, como sucede con la pista de atletismo), Alfonso Rodríguez tiene un marcado pesimismo y no cuenta con ideas claras para una legislación propia de Tlaxcala, los demás pues ya sabemos que no ganarán.
Lo extraño de todo ese conglomerado de ataques entre candidatos es que no ayudan a la inteligencia de la ciudadanía, lo único que provocan es que votemos por el "menos pior" o que no votemos, o incluso que sigamos con esa idea de que "ya vienen las campañas y hay que asomarse para que nos toque algo".
Todos están sucios y no sorprende eso, sorprende cómo la gente es capaz de creer y no cuestionar lo que verdaderamente sucede.
Nuestro Tlaxco es víctima del saqueo de todos, es una mina de oro. Desde Silvestre Velásquez están haciendo el cableado subterráneo, Manuel Salinas dijo lo mismo e incluso lo inauguró junto a Héctor Ortiz, Rosalinda Muñoz también prometió el cableado subterráneo y ninguno lo ha logrado porque sólo son promesas. No es tan necesario este proyecto de imagen urbana, es difícil de realizar, es costoso, se entiende, pero la forma en que lo dicen y la firmeza con que prometen hacen creer que son los mejores candidatos.
Esto es lo que realmente sucede, esto deberían analizar los candidatos y tratar de mejorarlo. Ya basta de que nos sigan acostumbrando a sus regalos y a promover una imagen limpia que no tienen. "Yo soy el más limpio de todos..." Por pregonarlo al pueblo no será el mejor y eso quiere decir que también está embarrado.
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