Por Jorge Esteban López García
Constantemente roban y dañan los templos religiosos en Tlaxco, sobre todo los católicos; en Tlaxco son muchos.
La Capilla de El Calvario ha sido víctima de quienes sin consideración rayan las bancas y paredes, atentando contra su imagen y contra las propias creencias.
Pero no sólo éste ha sido víctima de los daños de la ignorante humanidad, también las capillas de las colonias y comunidades, o la misma Iglesia de San Agustín han sufrido de estas acciones. Por ejemplo, alguna vez fue robada la Campana de la Capilla de Iturbide, o también se han robado santos del interior de las capillas; uno de los casos más sonados fue el robo de la Iglesia de San Agustín, que sucedió el mismo día en que robaron la oficina de telégrafos.
Son notorios los actos de vandalismo e ignorancia en el interior y exterior de las iglesias, por ejemplo, rayan las paredes, hacen sus necesidades fisiológicas y tiran basura.
Pensaríamos que como es un templo sagrado la gente lo va a respetar, pero ni el misticismo y la espiritualidad hacen que el alma humana valore lo que la misma humanidad hace.
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