Por Jorge Esteban López García
Dejando de lado las intenciones que tuvo Minerva Hernández Ramos, incluso Mari Carmen Ramírez y demás mujeres de la política, Adriana Dávila ya se anotó para la gubernatura y tiene el apoyo notorio de los panistas al mando, entre ellos Gustavo Madero y Ernesto Cordero.
Ella lo intentó la vez pasada, perdiendo contra Mariano González Zarur. Al parecer la imagen del gobernador en turno, Héctor Ortiz (que siendo priista se fue al PAN para gobernar Tlaxcala), le perjudicó.
Ahora es senadora por el PAN y ha estado muy activa manifestando sus ideas en contra de las Reformas, de las elecciones que según ganó el PRI y de otros hechos no menos importantes.
Pero tendrá un contrincante igual de fuerte, que ha estado haciendo labor desde que también quiso ser gobernadora. Lorena Cuéllar será una de sus rivales más difíciles, pues la expriista, sobrina de Joaquín Cisneros, ahora perredista y también senadora, tiene la mano levantada desde hace tres años.
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