Estaba la muerte esperando,
Sentada en la presidencia,
Al del copete desesperado
Que ya no tiene presencia.
Se lo llevará al campo santo,
Junto a los demás muertos,
Para que valore su muerte tanto
Y se junte con los más cuerdos.
¡Ay muerte! Lo vamos a extrañar.
Con sus tres libros y gran capacidad
Para hacernos quedar mal.
Sentada en la presidencia,
Al del copete desesperado
Que ya no tiene presencia.
Se lo llevará al campo santo,
Junto a los demás muertos,
Para que valore su muerte tanto
Y se junte con los más cuerdos.
¡Ay muerte! Lo vamos a extrañar.
Con sus tres libros y gran capacidad
Para hacernos quedar mal.
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