Crítica a la Elección de Servidores Públicos de Jorge Rivera

1.- Ciro Rios Salinas. Un hombre que pese a ya haber tenido cargos en el municipio, nunca ha hecho nada significativo, únicamente se dedica a pegarse a candidatos en turno para ver si lo incluyen en la nómina como sucedió hoy desafortunadamente. 

2.- Mariano Munive De León. Nada podemos esperar de este señor, pues si en su trabajo profesional no ha sobresalido y peor aún, destaca por ser mal hecho en su profesión, menos esperemos algo significativo de él. 

3.- María Eugenia Mota Nolasco y Francisco Herrera González. Se nota que ya no le alcanzaban los puestos al Presidente Municipal, que tuvo que incluir a dos personas en una dirección cuyo trabajo lo puede desempeñar una sola persona. Me pregunto: ¿El municipio tiene tanto dinero como para esos lujos? ¿Ahora con qué cara dirán que no hay dinero en el municipio? 

4.- Arnulfo Velázquez Guevara. Ojalá que capacite a los policías pronto, ya casi lleva un mes y ni siquiera han sabido organizar bien el tráfico en la ciudad, los policías que están en semáforos se la pasan “comadreando”, se ubican en lugares donde no se ven, son ineficaces para organizar el tráfico vehicular, en fin, muy mal. Si terminado este mes no mejora tan solo esa situación, ese señor debería ser despedido inmediatamente, porque si no puede con el tráfico vehicular, ni hablemos de la delincuencia. 

5.- Germán González Grant. Ojalá que ahora con el dinero del erario público, aunque sea pague sus deudas. 

6.- Hilario Jiménez Pérez. Al designar a este señor, sinceramente no sé qué estaba pensando Jorge Rivera. El señor Hilario es de los políticos de Tlaxco más corruptos y traicioneros que hay. Nació políticamente en la administración de Humberto Rodríguez, donde robó a diestra y siniestra, lo que le ayudó a comprar en esos tiempos automóviles y su casa en la colonia Tepatlaxco. Luego, durante la administración de Silvestre Velázquez Guevara, donde lo único que hizo fue complacer al gobierno en turno para vender su pintura al municipio, lo que le sirvió para agrandar su negocio de pinturas, construir la casa que hizo en la entrada de Tlaxco. Ahora, habla mal de la familia Rodríguez Sosa, mordiendo la mano que un día le dio de comer. En fin, ahora además de su puesto, también está peleando vender pintura al municipio, ya saben, el señor seguro quiere sacar para su jubilación, pues curiosamente sólo prospera y le va bien cuando tiene cargo público. Cuando Hilario tiene cargo público se pasea, fanfarronea, sube y baja, tiene el mismo coche, no construye nada ni compra terrenos, pero eso sí, cuando tiene cargo público, estrena coche, compra terrenos, remodela su casa, amplía su negocio y se pasea para arriba y para abajo por la ciudad para presumir lo que se roba. Ay, Jorge, y de pensar que quieres llegar a ser diputado. Conformate con terminar los tres años y que no te corran antes, porque en unos meses más, ya no vas a pedir queso, sino salir de la ratonera. 

7.- Jorge Esteban López García. Un crítico de los políticos, pero que ahora vendió su silencio cómplice de la corrupción a cambio de un cargo en el gobierno municipal. Ideal hubiera sido que hubiese aceptado el cargo pero con la libertad de seguir criticando, pero no, optó por lo fácil. De hecho, se puede decir que su objetivo está cumplido, criticó y criticó para llegar un día a obtener un cargo público, ya lo obtuvo y yo creo que hasta ahí llegó, como crítico y como político, así de baja de miras resultó este señor de quien se esperaba mucho más.