Merlin Puppet Theatre, de Grecia, se presentó en Tlaxco de manera exitosa y esquivando prejuicios de nuestra sociedad.
Con una obra enfocada a jóvenes y adultos, este grupo pudo cautivar a los niños, quienes rieron ante algo que los adultos hacemos constantemente y sin darnos cuenta.
Comenzando por una crítica a la televisión, que nos esclaviza y distrae de la realidad, este grupo de títeres demostró cómo estamos llenos de prejuicios y vemos solamente lo que nuestra mente y ojos alcanzan, no más allá. Esta escena fue la más polémica, porque muchos de los padres no permitieron que sus hijos vieran la "masturbación" que se hizo el títere, alegando que era una escena inadecuada, pero esos mismos padres permiten que sus hijos vean programas donde la mujer es tratada como objeto y los hombres son machos que "atan y desatan", además de que les permiten mirar películas con mucha violencia.
Después hubo escenas que criticaban nuestro modo de vida, nuestra forma de ser ante un sistema que nos esclaviza, nuestra manera de comportarnos ante las mujeres, nuestra violencia hacia otras formas de pensar, que seguramente los niños de 5 años comprendieron mejor que los niños de 30.
A pesar de las críticas recibidas (cabe destacar que se les avisó a muchos padres de familia antes de entrar), la obra fue muy buena, ya que requerían un espacio cerrado y donde pudieran jugar con la luz, también se pudo apreciar otra forma de hacer títeres y se vio una forma diferente de criticar al sistema económico y político actual.
Hubo personas que no pudieron entrar y también las que salieron a mitad de la obra; hubo las que se sintieron agredidas por la naturaleza del hombre y de la obra, pero en ningún momento se dijo una grosería o se ofendió a alguien, tampoco se dijo cómo deben tener sexo o cómo deben asesinar.
Es una pena que cuando no asiste la gente, se queja de que no hubo publicidad; cuando asiste, se queja de que no hay cupo; cuando es algo diferente e inteligente, se queja de que es mamón; cuando no se les cobra, se queja de que es chafa; cuando se les cobra, se queja de que es costosa; cuando se presenta una obra como esta, que sólo tuvo 1 minuto de una masturbación nada explícita y que sólo las mentes adultas podían comprender, se quejan de que los niños "qué van a aprender". De todo y de nada nos quejamos en Tlaxco.
Lo cierto es que muchos niños celebraron esta obra y valoraron el sentido de la obra y de los títeres, no enfocaron su mente en una sola escena (esto muestra los prejuicios y el nivel de la mente).
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