Por Jorge Esteban López García
Hoy me enteré que Morena quitó la candidatura a la diputación local a un mujer que, a decir de quienes la apoyan, luchó para que el partido estuviera posicionado en esta zona del Estado de Tlaxcala (Distrito II). Según el apunté del medio local donde vi la noticia, la "ascendieron" a una diputación plurinominal (no sé si una "candidatura" de estas sea mejor, pero así la manejan), para otorgarle la candidatura a otra mujer, a la que no dejaron ser candidata por parte del PRI. Algunos de los que estuvieron inmersos en estos cambios no están de acuerdo, pero es la muestra más evidente de que las ideologías no existen, como lo muestra una caricatura de Boligán, donde la ideología se barre como basura.
Hoy conmemoramos el aniversario luctuoso de Gabriel M. Hernández en el Palacio Municipal de Tlaxco, no quiero precisar datos históricos, pero recordé la ideología. Seguramente este revolucionario peleó por una causa, la que haya sido, la de los pobres o la de los ricos, la de los buenos o la de los malos, la correcta o la incorrecta, pero peleó por una ideología hasta el final (para él fue muy pronto).
Actualmente hay pocos que pelean por una ideología, desde donde sea, son pocos. Este revolucionario tlaxquense lo hizo, murió convencido de que su trabajo valdría la pena. Tal vez cambió de bando, pero lo hizo por un interés común, no por un interés propio. Luchó hasta donde pudo para beneficiar al pueblo, de la manera que haya sido, pero lo hizo y no para beneficiar a sus hijos o tener una casa lujosa.
¿Realmente hay una ideología política en los partidos? ¿Vale la pena pelear desde una curul el cambio del país? ¿Los candidatos que se presentan en nuestras casas son los que quiere el pueblo? ¿Existe en México lo que llaman Democracia? ¿Podemos creer en aquellos que juegan con la voluntad del pueblo? ¿Esos son los que pueden hacer una revolución?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario