Definitivamente una de las plantas más hermosas y opulentas del mundo es el Maguey. Cada uno puede dar más de 2 mil semillas y generar mucha vida, pero no sólo por semilla, también y por clonación, de sus pies nacen cerca de nueve hijuelos, que ofrecen los mismos servicios ambientales.
Los palmos, como le llaman muchos, son la flor del maguey que comemos cada año y son los que no dejamos que cumplan su objetivo reproductivo, es por eso que la Doctora Laura Trejo, junto con su equipo de colaboradores de la UNAM, promueven el rescate de esta planta investigándola y conservando las miles de semillas que nos ofrece.
Dentro de estas investigaciones, la doctora nos pide ayuda para cuidar y conservar esta planta, no dejando de aprovechar sus frutos, sino aprovechando responsáblemente lo que nos da.
Si gustas saber más de estas investigaciones, puedes visitar el Laboratorio de Biodiversidad de la UNAM, que se encuentra en la Ex Fábrica de San Miguel Morcom, en San Miguel Contla, allí podrás conocer la riqueza del Maguey.
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