Por Jorge Esteban López García
Tlaxcala vive días muy peligrosos para la política, acompañados de los que vive el país en general. Morena ha cometido errores notorios, cualquier persona los ve, no es necesario saber de política, sólo es necesario saber de honestidad y lealtad.
Duele lo que pasa. Desde fingir domicilios hasta hacer a un lado a quienes han colocado cimientos. La "política" mexicana sigue los pasos del priismo, parece que nunca hubo ese famoso cambio. Algo similar pasó en el dos mil cuando Fox.
Seguramente esto pasó en Roma, cuando el imperio cayó. O en Alemania, o en Rusia, o en China, pero siguen siendo esos imperios fuertes y que ahora son potencias mundiales, acá, en México, también en Tlaxcala, sigue la búsqueda de intereses personales por sobre la del pueblo. Deslealtad y deshonestidad son las que han provocado la interrupción de importantes políticas de estado. Los seguidores y creyentes de los objetivos de Morena, ahora ven con desilusión el proyecto que los ilusionó.
Parece el proyecto del PRI, todo lo que hay en los documentos del partido de Obrador, está pintado de los partidos que ahora se "aman". ¿Alguien será capaz de creer en la política de estos partidos?
Desgraciadamente esto daña a quienes sí hacen política, porque la gente "creerá" si le llevas un regalo, "creerá" si le ofreces algo a cambio, "creerá" si le pintas el mundo color de rosa, pero no será capaz de discernir entre lo que es posible y lo que sólo es un sueño para embabucar.
Morena era un buen automóvil para realizar el cambio, el mismo maestro Enrique Dussel la defendía, pero ya no lo es, ahora es la combi que dejó subir al ladrón sin darse cuenta. No ha fracasado el proyecto de Obrador, fracasó la intención de hacer otra política.
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