Por Jorge Esteban López García
Lorena Cuéllar es la gran perdedora y Eréndira Jiménez nuevamente gana. Viviana se muestra fuerte y, a mi parecer, queda en segundo lugar.
Debate que no fue debate, Lorena se muestra cansada, desvencijada, a veces no hilaba ideas. Recibió un pequeño golpe en vivo, de frente, que, pienso, la noqueó: Liliana Becerril declina en favor de Anabell Ávalos. No es una declinación que afecte el peso en la balanza, pero es una más de las muchas que se dan cada día en favor de la gran enemiga de la "morenista".
La candidata de Unidos por Tlaxcala se muestra contenta, fuerte, sabedora de que todos la buscan para vencer a la que durante muchos meses era la favorita. Pero esto no le sirvió para hablar mejor y demostrar que sabe de los temas que se plantearon.
Este debate fue más interesante porque las preguntas sobre el saneamiento del Río Zahuapan y el rescate del Parque Nacional Malinche requerían de conocimiento y aterrizar a la realidad, lo cual sucedió solo con Viviana Barbosa y Eréndira Jiménez, quienes ofrecieron respuestas reales y concretas, contrarias a las del resto, quienes sólo balbucearon ideas e inclusive, en el caso de Saga, se atrevieron a decir que en 6 años quedaría limpio, o en el caso de Anabell, quien aseguró que con mil millones de pesos se resolvería el problema.
Fue un debate aburrido, no fue debate, aunque de repente salieron destellos de enfrentamiento, pero que se quedaron en fintas.
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