¿Cómo definir a Vox? Cinco claves interpretativas
Los vaivenes electorales de Vox indican que su base no es tan sólida como parece. Este partido, asentado sobre una estructura vertical, una teorización ideológica escasa y una elevada penetración en las redes sociales, es una fuerza “en construcción” capaz de efectuar giros imprevisibles. Por ahora, solo ha introducido propuestas y cuestiones para polarizar a la opinión pública y obtener así una gran visibilidad.
Desde que Vox emergió institucionalmente en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 (2-D), tanto periodistas como analistas y académicos han calificado a este partido ultraderechista como neofranquista, fascista, neofascista o “nativista”. Pero es difícil determinar su naturaleza, porque Vox aún está desplegando su ideología y existen escasos estudios sobre ella.[1] Para conocer a esta formación hemos considerado más útil ofrecer cinco claves al respecto, las cuales expondremos a continuación.
Un gran apoyo en las urnas que puede ser volátil
Vox experimentó un ascenso espectacular en un año. El 2-D de 2018 dejó de ser marginal al captar el 10,9% del voto andaluz. Entró en el Congreso el 28 de abril (28-A) de 2019 (10,3%), y en la triple cita electoral del 26 de mayo (26-M) logró representación europea (6,2%), autonómica (en nueve parlamentos) y local (concurrió en 646 municipios y logró 530 ediles). Y el 10 de noviembre de 2019 (10-N) devino el tercer partido español (15,1%). Sin embargo, su crecimiento fue irregular, pues apenas en un mes (del 28-A al 26-M) perdió el 48,1% del voto. Según el CIS, en julio de 2019 su apoyo cayó hasta el 3,4%, pero Vox remontó y aumentó su voto el 10-N al capitalizar la oposición ante la exhumación de Franco y liderar el rechazo a la protesta secesionista contra la sentencia del juicio a los líderes independentistas.
En síntesis, la gran caída del voto a Vox el 26-M indica que su base electoral no es tan sólida como parece. De ahí que, pese a su tendencia al alza, no pueda descartarse un retroceso (el barómetro del CIS de septiembre le otorgaba un 11,7%).
[1] Véase Ferreira, C., “Vox como representante de la derecha radical en España: un estudio sobre su ideología”, a Revista Española de Ciencia Política, 51 (noviembre de 2019), pp. 73-98; Hernández Conde, M. y Fernández García, M., “Partidos emergentes de la ultraderecha: ¿fake news, fake outsiders? Vox y la web Caso Aislado en las elecciones andaluzas de 2018”, a Teknokultura. Revista de Cultura Digital y Movimientos Sociales, 16(1) (2019), pp. 33-53; Turnbull-Dugarte, S. J., “Explaining the end of Spanish exceptionalism and electoral support for Vox”, a Research and Politics, 6-2 (abril-juny de 2019), pp. 1-8; Barrio, A., “Vox, la fin de l’exception espagnole”, Fondapol, París, 2019. También resultan de interés J. Müller (coord.), La sorpresa Vox, Planeta, Barcelona, 2019; Urbán, M., La emergencia de Vox, Sylone, Barcelona, 2019; y González Cuevas, P. C., “Vox”, en La Tribuna del País Vasco, San Sebastián, 2019.
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