16 octubre 2022

¿La culpa es del presidente?

Por Quijote

En días anteriores, platicando con amigos y familia, salían a relucir múltiples quejas de la actual administración. Que si la inseguridad estaba a tope, que si el turismo había bajado, que si las vialidades eran un caos, que si los trabajos andaban escasos, que si los eventos culturales eran para sólo los allegados, que si el cabildo era mudo y así un sinfín de quejas y achaques presidenciales…

Aunque si lo vemos fríamente, un presidente municipal tiene bastante injerencia en el destino de su municipio, pues desde el cabildo marca el rumbo del gobierno, las obras de impacto, la priorización del dinero, quiénes serán los encargados y cuáles serán los servicios que el gobierno municipal brindará (aunque la ley los marque, pero aun así cada presidente decide “de que la va a rolar”), y demás cuestiones, no trabaja solo, pues como lo referí, está mandado por un cabildo, que si avalan los errores, no son gobierno, sino una bola de cómplices.

Pero dejando de lado mi poca devoción a la actual administración, seamos francos y digámoslo por su nombre, la actual administración no es más que un reflejo de el municipio que gobierna y su ciudadanía. Nosotros somos los que tenemos invadidas las calles principales, estacionando nuestros vehículos afectando así al turismo. Nosotros tenemos invadida la calle Álvaro Obregón, con objetos, casos, apartados y demás objetos, sumándole las dobles filas descaradas, que no ocasionan otra cosa mas que un reverendo caos vial. Nosotros compramos a los personajes mas afamados del bajo mundo los objetos robados con la excusa que son “mas baratos y de todos modos van a seguir robando”.

Y así continua la letanía, nosotros somos los que piden que crucifiquen a los que golpean a una persona, a los que chocan un coche, a los que manejan tomados… Pero si somos nosotros los que cometemos la falta, entonces queremos indulgencia, que nos “echen la mano” y de paso “nos den chance” por esta ocasión. Somos de lo que creamos cuentas falsas para criticar a la presidencia, y a sus actuales o anteriores cabildos y elementos, pero cuando podríamos decir las cosas de frente, sólo nos agachamos y guardamos silencio.

Es más, nosotros tendríamos que estar exigiendo a nuestro cabildo que por amor a lo mas santo que tengan, se pongan a exigir mejor planeación, personas mas aptas en el desempeño de los puestos, finanzas sanas, eficiencia y eficacia en el desarrollo del gobierno, pero también somos cómplices, aplaudiendo a los “regis” y rindiéndoles tributo o barbería, en lugar de llamarles la atención como debería ser propio.

Como lo he publicado en “letanías” anteriores, ojalá este texto sirva como reflexión, y no como una muestra en el futuro que hace 5, 10 o 50 años, estábamos igual o peor… Critiquemos para mejorar, seamos gobierno para hacer bien las cosas y no caer en las mismas practicas y decisiones que criticamos, pero sobre todo, seamos un pueblo al que no le ven la cara, pero que al mismo tiempo pone su granito de arena para hacer un pueblo mejor, y no seamos la excusa para que el presidente y su sequito digan que la gente es la que no colabora para mejorar Tlaxco.

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